lunes, 21 de septiembre de 2009

texto dramático

Didáctica del texto dramático y «La cabeza del dragón» de Valle Inclán
Isabel Lobo Tejerina
Universidad de Cantabria


VI Simposio internacional: «Lengua y cultura: Enfoques didácticos» Sociedad española de didáctica de la lengua y la literatura (SEDLL)

Las Palmas de Gran Canaria, 9-11 de diciembre de 1999.

Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.
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Suele decirse que el texto de teatro no es para leer, sino para ver y escuchar, y se dice mal. Sobre todo, cuando el texto de teatro tiene la necesaria entidad literaria. El lector de teatro, como el de novela, tiene la facultad de crear su propio montaje, de hacer en la imaginación -que no ha muerto- su escenografía, sus rostros, sus voces: a condición de que el autor le ofrezca todas las sugerencias.


Eduardo Haro Tecglen



Resumen

Constituye una propuesta completa de análisis dramatúrgico textual, válida para cualquier género teatral. Se presenta una descripción somera de cada uno de los apartados establecidos y su inmediata aplicación con numerosos ejemplos de la pieza de Valle Inclán.

Se ha realizado con estudiantes universitarios de 3º de Magisterio y se sugiere su utilización con alumnos de Primaria, ESO y Bachillerato.


Presentación

La lectura y comentario de obras teatrales no es hoy, lamentablemente, una actividad al uso. En el campo de la Literatura Infantil y Juvenil, y en su defensa, hemos abogado en otros trabajos anteriores1. En ellos, recomendamos la lectura en solitario y en grupo y, entre otros argumentos, hemos citado las buenas, que no abundantes, creaciones destinadas a este público. Textos clásicos y muy modernos, que logran con éxito divertir y conmover a los jóvenes lectores. Por supuesto, tal pretensión de potenciar la lectura de textos dramáticos no ignora ni relega el hecho de que el teatro se escribe, en última instancia, para ser representado. Por el contrario, potencia el género dramático en toda su dimensión.

Me propongo hoy en esta Comunicación ofrecer una propuesta de análisis2, realizada con estudiantes de 3º de Magisterio de la Universidad de Cantabria, desde la orientación de su virtual aplicación posterior en Primaria y ESO. Cabe también su utilización, y tengo constancia de ello, con estudiantes de Bachillerato.


La obra elegida: «La cabeza del dragón» de Valle Inclán

Es éste un texto clásico que conserva su modernidad y que pertenece a uno de los dramaturgos más indiscutibles, importantes e influyentes de toda nuestra historia literaria. Con el título originario de Farsa infantil de la cabeza del dragón se estrenó en Madrid el 5 de marzo de 1909 en el Teatro de los Niños fundado por Jacinto Benavente.

No es una pieza específicamente infantil, porque Valle Inclán la dedicó a los niños espectadores y a los padres que, como debiera ser habitual (valga el inciso), les acompañarían a ver la función. De ahí nace su acertada simbiosis de cuento maravilloso tradicional y de farsa crítica demoledora contra la sociedad de la época. Para atraer a los niños, los escenarios fantásticos y los personajes conocidos, castillos y bosques, aventuras y peripecias, el triunfo del héroe, la conquista del amor; para los padres, cómplices o no de su comprometida visión social y política, la ironía mordaz, la caricatura feroz y la aguda denuncia de los males de su tiempo.

Tiene, pues, interés y vigencia para todas las edades y, precisamente, esta sabia mezcla de distintas lecturas es una de las mayores riquezas de esta obra y lo que la hace muy idónea para un trabajo textual con los niños.


Los pasos previos

Antes de iniciar el comentario, es necesario, como resulta obvio, leer el texto. Tiene una gran importancia que esa lectura resulte gratificante. Si se dispone de tiempo, lo ideal es hacer una lectura colectiva en clase. En otro caso, tras una buena presentación de la obra y los datos mínimos de su contexto y de su autor, lectura individual, animándoles a que creen su propio montaje con la imaginación.

Al menos en clase, hacemos la lectura de una escena, con un doble objetivo: favorecer la lectura expresiva y ambientar el posterior análisis. Para nuestros alumnos adultos solemos elegir la Escena Segunda, que por su fuerte componente literario y crítico y su ambiente cervantino y picaresco (venta clásica en una encrucijada de dos malos caminos, La Maritornes, el Bravo...) les resulta bastante atractiva.


Esquema de análisis dramatúrgico textual

Este esquema de análisis sirve a cualquier texto de teatro, adulto o infantil, y a cualquiera de sus géneros, trágicos o cómicos. Según la identidad y personalidad de la obra concreta, el comentario de sus apartados tendrá mayor o menor intensidad y extensión.


Descripción de los apartados del análisis dramatúrgico y aplicación a «La cabeza del dragón»


I. Comprensión del texto

Para la comprensión semántica del texto y el aprendizaje de nuevo vocabulario, se propone un juego de deducción contextual, a veces de pura imaginación, y, con posterioridad, se evalúan los resultados obtenidos con el manejo del diccionario.

Los mismos alumnos se califican según la jocosa escala de valoración que propone Carlos Álvarez a los niños: Si más o menos has acertado: 1 punto. Si se parece un poco: 0,5. Si no se parece nada, con 0 puntos. Suma y anota el total. Los resultados obtenidos se evaluarán según el porcentaje de aciertos. Por ejemplo, en la Escena Primera: Muy bien: 18 a 23 puntos. Bien: 14 a 17 puntos. Pasable: 9 a 13 puntos. Regularcillo: 5 a 8 puntos y Que nadie se entere: Menos de 5 puntos.

La Cabeza del dragón, tanto en el diálogo dramático como en las acotaciones, está adornado con un léxico preciso y exuberante, en el que tampoco faltan los cultismos y los arcaísmos, así que este paso del análisis exige esfuerzo y tiempo. Sólo en la Primera Escena, hemos destacado 23 vocablos difíciles o poco usuales. Para aligerar la tarea y reducir el tiempo a ella dedicada, dividimos a la clase en grupos y repartimos entre ellos las seis escenas de la obra.


II. Estudio de las acotaciones escénicas (texto espectacular)

Las acotaciones escénicas, el texto espectacular, son una peculiaridad del texto dramático. Su función es orientar al virtual director de escena sobre los signos fundamentales no explícitos en el diálogo para su eventual puesta en escena. Junto con el diálogo entre los personajes, el texto literario, forma la unidad indisoluble de la obra dramática, como estudia Carmen Bobes Bobes3.

Esta división es un concepto general válido en teoría del teatro que, como es conocido, no se cumple con exactitud en la obra dramática de Valle Inclán, cuyas acotaciones son ostentosamente literarias, sin dejar de cumplir su función propia de texto espectacular.

El estudio de las acotaciones siempre sorprende a nuestros alumnos. Les asombra la cantidad enorme de información que contienen, la cual pasa completamente desapercibida para un lector de teatro poco avezado, empobreciendo su interpretación del texto.

En nuestra aplicación de este análisis dramatúrgico, les facilitamos una plantilla resuelta de las acotaciones de la Escena Primera (Vid. Anexo).

Sobre esta plantilla elaborada por C. Álvarez, comentamos las marcas indicativas que aparecen en los distintos bloques: Personajes, Escenografía, Efectos y Presencia del autor y en cada uno de los rasgos singularizados: Entradas o Salidas, Desplazamientos, Descripción física-Maquillaje, etc., etc., y localizamos su referencia textual.

Tras esta explicación, facilitamos a los estudiantes una plantilla idéntica vacía de la Escena segunda para que la resuelvan, individualmente o por grupos según la dinámica de trabajo establecida.

La realización de esta tarea en una sola escena sirve para que los alumnos se den plena cuenta de que éste, también llamado texto secundario, aporta una cantidad enorme de información y no sobra en absoluto.

Y aunque no lleguemos a estudiar todas las acotaciones de La Cabeza del dragón siempre señalaremos que rasgos muy llamativos y singulares de Valle en numerosas acotaciones de las seis escenas son las referencias literarias y la voluntad estilística del autor, la intencionalidad crítica, las descripciones físicas con gran carga psicológica o la presencia de animales, tan difícil de escenificar. Asimismo, destacaremos la belleza del código literario ensamblado con la burla crítica. La primera acotación de la Escena Primera es uno de tantos ejemplos:

Tres príncipes donceles juegan a la pelota en el patio de armas de un castillo muy torreado, como aquellos de las aventuras de Orlando: Puede ser de diamante, de bronce o de niebla. Es un castillo de fantasía, como lo saben soñar los niños. Tiene grandes muros cubiertos de hiedra, y todavía no ha sido restaurado por los arquitectos del Rey. ¡Alabemos a Dios!


III. Trama

La trama o argumento es el enlace de los sucesos que van ocurriendo. Se presenta una situación inicial y se van encadenando los acontecimientos hasta llegar al desenlace.

Un análisis exhaustivo requeriría hacerlo escena por escena. Pero no es completamente necesario. Nosotros presentamos la trama de la Escena Primera para que los alumnos aprendan a diversificar las acciones a través de un ejemplo detallado. Es la siguiente:

Situación inicial:

- Tres príncipes juegan a la pelota en el patio de armas de su castillo.

- En el torreón está preso un Duende. La llave la tiene la Reina.

Relación de sucesos:

Suceso 1º: La pelota entra por la ventana del torreón. (Pompón promete liberar al Duende si se la devuelve. No cumple su promesa.)

Suceso 2º: La pelota vuelve a entrar por la ventana del torreón (Ajonjolí promete liberar al Duende. No cumple su promesa).

Suceso 3º: Por tercera vez la pelota entra por la ventana. (Verdemar promete liberar al Duende).

Suceso 4º: Verdemar engaña a su madre, quitándole la llave.

Suceso 5º: Verdemar libera al Duende.

Suceso 6º: el Duende le entrega un anillo como recompensa. (Se supone que el Duende huye).

Suceso 7º: El Rey celebra la captura del Duende obsequiando a sus hijos.

Suceso 8º: El Rey descubre -por la Reina- que el Duende ha huido. (Amenaza con comerse, crudo y sin sal, el corazón del causante).

Suceso 9º: Pompón y Ajonjolí se unen contra Verdemar.

Suceso 10º: Verdemar decide huir.

De todos estos acontecimientos, podemos sintetizar un suceso-eje: Un príncipe huye, tras liberar a un duende encarcelado por el Rey, su padre.

Pediremos a los estudiantes que seleccionen un suceso-eje por casa una de las seis escenas, hasta configurar el argumento completo de la obra.


IV. Tema

El tema es el asunto principal que define la intención del autor y el tipo de obra de que se trata.

En La Cabeza del dragón hay dos grandes temas:

Tema 1) Aventura heroica para alcanzar el triunfo y el amor. Es el tema de un cuento maravilloso infantil.

Tema 2) Crítica y sátira de la España de principios de siglo. Es una burla crítica para público de edades variadas.

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